La fonoplatea de Radio Tarqui: un escenario histórico de difusión cultural

Un espacio emblemático de la radio quiteña

La fonoplatea de Radio Tarqui – ubicada en la antigua Casa del Marqués (esquina de García Moreno y Olmedo, Centro Histórico de Quito) – fue un auditorio donde la emisora realizó presentaciones en vivo frente al público. Inaugurada en 1955 junto con la radio, este espacio se convirtió en un vibrante centro cultural durante las décadas centrales del siglo XX. Muchos artistas que visitaban Ecuador se presentaban gratuitamente en la fonoplatea, y el público quiteño acudía en masa, abarrotando el local para disfrutar de los espectáculos en directo[1]. Estas veladas en la “T Grande de Quito” (apodo de Radio Tarqui) combinaban música, teatro y animación radial, extendiendo la cultura más allá de los teatros formales y llevando el entretenimiento en vivo al corazón de la ciudad.

Artistas en vivo y figuras destacadas

En su época de esplendor, Radio Tarqui recibió en su fonoplatea a una impresionante gama de músicos, cantantes y otras figuras artísticas, desde talentos locales hasta estrellas internacionales de visita en el país. Algunos de los protagonistas que actuaron en vivo en este escenario incluyen:

  • Estrellas internacionales: Miguel Aceves Mejía, Antonio Aguilar (iconos de la música ranchera mexicana), Los Ángeles Negros (conjunto chileno de balada/bolero), el bolerista puertorriqueño Daniel Santos, la banda uruguaya Los Iracundos, el pionero del rock en español Enrique Guzmán (México), los cantautores románticos Leonardo Favio y Leo Dan (Argentina), el cantante español Camilo Sesto, el baladista argentino Yaco Monti y la cantante chilena Mona Bell, entre otros[2]. Todas estas figuras, reconocidas en Latinoamérica, llegaron a presentarse en la radio, aprovechando la fonoplatea como vitrina ante el público ecuatoriano.
  • Artistas ecuatorianos: se destacaron legendarios intérpretes nacionales como Julio Jaramillo y Olimpo Cárdenas – célebres por sus pasillos y boleros – quienes también cantaron en vivo desde la Tarqui[2]. Junto a ellos, la emisora impulsó a talentos locales emergentes (a menudo descubiertos en concursos radiales) como Marco Vargas Acosta, Carmen Andrade y Marcelo Hernández Llerena, considerados “grandes voces” del país en su momento[1]. Estas presentaciones de artistas ecuatorianos no solo promovían la música nacional, sino que entusiasmaban al público que se identificaba con sus canciones y lograba cercanía con sus ídolos gracias a la atmósfera íntima de la radio.

En conjunto, las frecuentes audiciones públicas y conciertos en vivo de la fonoplatea convirtieron a Radio Tarqui en un epicentro de difusión cultural y musical de Quito. La presentación regular de artistas – desde tríos de pasillo hasta orquestas de fiesta, pasando por radioteatros y programas especiales – aseguró que este espacio radiofónico dejara una huella imborrable en la memoria capitalina[1]. La Casa del Marqués, otrora mansión histórica, trascendió así su pasado aristocrático para renacer a mediados del siglo XX como un templo del espectáculo popular, donde confluyeron generaciones de quiteños en torno a la música en vivo, la cultura y la tradición radial de Ecuador.

Fuentes: La información anterior se basa en documentos históricos de Quito y en memorias de Radio Tarqui, incluyendo una revista conmemorativa por los 57 años de la emisora[2] y testimonios de sus protagonistas[1], que registran los artistas y eventos emblemáticos de su fonoplatea en pleno auge.


[1] [2] Con «El Apagón» Gustavo Herdoíza León puso un sello propio para despedir el Año Viejo – Voces de mi Ciudad

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